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Para quien —como yo— procede de una capital de provincia, las calles de Madrid conforman un extraño mundo, con una vitalidad y un trasiego para nada comparables. El endemoniado tráfico sobre el asfalto, el anonimato de la gente que se cruza ignorándose, los transportes atestados, las consabidas prisas… Todo eso no son sino lugares comunes que, a pesar de su certeza, carecen de importancia cuando te percatas de la presencia de los artistas que pueblan calles, plazas y parques del centro madrileño. En determinados momentos y lugares hay tantos que, incluso, llegan a estorbar el paso de los caminantes. Sin embargo, muy pocos se detienen  a observar y disfrutar de sus habilidades. Es como si el público ya estuviese saturado o hubiera superado su capacidad de asombro.

PONGAMOS QUE HABLO DE ARTE
por las calles de Madrid

Selección de fotografías y fragmentos de los textos pertenecientes a esta serie de fotorreportajes sobre artistas callejeros en Madrid.

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